La reforma y ampliación del Hesperia Córdoba se hizo manteniendo el normal funcionamiento del Hotel. Únicamente se cerró el establecimiento durante la fase de estructura, por el riesgo que ello podía suponer para los usuarios y clientes, pero una vez cerrada la albañilería del patio, el hotel volvió a abrir. Esto necesitó de la perfecta coordinación entre los distintos agentes que intervinieron en la obra, así como el firme compromiso por parte de la constructora de respetar los horarios de descanso de los clientes del hotel y mantener rigurosamente el orden y limpieza.