Casa en la colina

Aguadulce Norte / Almería 2004

Una casa que mira al mar

Desde el primer momento en que vi la parcela supe qué casa quería proyectar allí. La propiedad había puesto toda su confianza en el estudio y sólo nos indicó una condición: la casa debía mirar al mar, un horizonte azul lejano visible desde aquella alta atalaya. La parcela era –y es- literalmente la ladera de una colina, con una pendiente del 100% y una pequeña parte explanada, desde la que tiene su acceso.

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El espíritu del lugar

El camino fácil era rellenar y nivelar la parcela, pero eso que Alexander Pope llamaba “genius loci”, el espíritu del lugar, nos dictaba qué proyecto debíamos crear.

Prismas como solución arquitectónica

La vivienda se compone de dos prismas, uno horizontal que alberga la zona de día (salón, cocina y biblioteca) apoyado sobre la primera plataforma y otro inclinado, interiormente escalonado en tres niveles que alberga la zona de noche (dormitorios, baños y zona de juegos para los niños). Tres grandes ventanales correspondientes a otros tantos dormitorios se giran y sobresalen del plano de fachada, buscando la mirada hacia el mar.